Donald Trump sugiere que EE.UU. podría tomar el control de Canadá, el Canal de Panamá y Groenlandia A través de sus redes sociales, el presidente electo Donald Trump insinuó que el país podría tomar el control de tres países: Canadá, el Canal de Panamá y comprar Groenlandia y ha generado diferentes reacciones.
Donald Trump tomará posesión como presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero. El republicano basó su campaña electoral con promesas de dejar a Estados Unidos al margen de conflictos extranjeros, como la guerra de.
Ucrania, en el aumento de aranceles a socios comerciales extranjeros y en la reconstrucción de la industria manufacturera nacional. Pero en los últimos días ha sugerido un enfoque más agresivo de su política exterior.
Al principio bromeó que Canadá sería un estado más de EE.UU., pero desde entonces ha amenazado con recuperar el control del Canal de Panamá. También reiteró su deseo, expresado durante su primer mandato, de comprar el territorio autónomo danés de Groenlandia, que no está a la venta.
Es poco probable que Estados Unidos asuma el control de alguna de estas regiones, pero estas declaraciones podrían indicar que la visión de “Estados Unidos primero” de.
Trump incluye hacer alarde de la fuerza como superpotencia más allá de sus fronteras en beneficio del comercio y la seguridad nacional de Estados Unidos. El domingo, Trump dijo en una conferencia conservadora en Arizona que Panamá estaba cobrando a los barcos estadounidenses tarifas “ridículas y altamente injustas” por usar su canal.
Tras hacerse cargo de la construcción de la vía fluvial a principios del siglo XX, Estados Unidos firmó un tratado en la década de 1970 para entregar el control total a Panamá en 1999. Pero esta semana, Trump dijo que si la “estafa” no se detenía, exigiría que el canal fuera devuelto a Estados Unidos, aunque no especificó cómo.
Trump agregó que no quería que el Canal de Panamá “cayera en las manos equivocadas” y citó específicamente a China, que tiene intereses significativos allí. “Existe un verdadero interés de seguridad nacional de Estados Unidos,
en controlar su neutralidad”, dijo Will Freeman, investigador de estudios latinoamericanos en el Consejo de Relaciones Exteriores, sobre los comentarios de Trump. “La declaración de Trump va en ese sentido”. Según los datos,
China es el segundo mayor usuario del Canal de Panamá después de Estados Unidos y también tiene importantes inversiones económicas en el país. Donald Trump ha amenazado con retomar el control del Canal de Panamá, ha reavivado su viejo anhelo de comprar Groenlandia y ha bromeado con anexionar Canadá a Estados Unidos.
Unas palabras que el resto del mundo se pregunta si son solo una provocación o si el presidente electo habla en serio. El magnate no parece preocupado por desafiar la soberanía de algunos de los aliados más cercanos de Washington. Más bien lo contrario. A menos de cuatro semanas de la asunción como presidente,
Trump provoca nuevamente quebraderos de cabeza en su empeño de mostrarse como el perturbador en jefe de las relaciones internacionales. Sus comentarios recientes han disparado los temores de que en su segundo mandato sea más duro con los tradicionales amigos de Estados Unidos que con países enemigos, como Rusia.
Pero también hay sospechas de que el magnate solo busca emanar una imagen de dirigente duro en casa y en el extranjero. “Es difícil saber cuánto de esto quiere realmente” o si estos temas quedarán en olvido, explica Frank Sesno,
profesor de la Universidad George Washington y excorresponsal de la Casa Blanca. “Pone a otros líderes en la tesitura de tener que averiguar qué es literal y qué no”. No se vende Trump ya lanzó durante su primer mandato (2017-2021) la idea de comprar.
Groenlandia debido a la importancia estratégica que tiene esta inmensa isla, perteneciente a la Corona de Dinamarca pero que cuenta con un gobierno autónomo con vastas competencias.
El magnate reavivó esta posibilidad el fin de semana cuando nombró al que será su embajador en Dinamarca: “La propiedad y el control de Groenlandia es una necesidad absoluta” para la seguridad nacional estadounidense. Como ya hiciera cinco años atrás, el primer ministro de Groenlandia,
Mute Egede, declaró el lunes que la isla, rica en recursos naturales, “no está en venta”.