Sin evidencia, Trump vincula las políticas de diversidad e inclusión con la tragedia aérea en el Potomac El presidente, que desmanteló un grupo asesor de seguridad en aviación, ha buscado erradicar estas iniciativas de equidad. Ahora, sin ninguna prueba, ha sugerido un vínculo entre las políticas y el siniestro, mientras continúa la recuperación de los cuerpos.
En medio de una jornada de duelo en Estados Unidos por el choque entre un helicóptero militar Black Hawk y una aeronave civil de la aerolínea American Eagle, el presidente, Donald Trump, ha dedicado buena parte de sus declaraciones iniciales a opinar que las iniciativas para diversificar las.
agencias federales son parcialmente responsables del siniestro. En su primera conferencia de prensa desde el incidente aéreo, registrado la noche del miércoles sobre el río Potomac cerca del aeropuerto nacional Ronald Reagan en la zona de Washington D.C.,
Trump sugirió que “el impulso por la diversidad” en la Administración Federal de Aviación tenía parte de la culpa de lo sucedido, que según autoridades habría cobrado la vida de más de 60 personas.
Indicó que un documento del Gobierno previo decía que “la diversidad es clave para lograr la misión de la FAA de asegurar viajes seguros y eficientes”. Pero Trump opinó: “Yo no lo creo, creo que es al revés”. “No sabemos”, admite Trump No aclaró de dónde obtuvo la información del documento que citaba,
ni ofreció prueba alguna de que esos potenciales trabajadores que mencionó siquiera hubieran podido ser contratados para el control aéreo; solo apuntó a un artículo noticioso, aparentemente de Fox News, de mediados de enero.
Cuando le preguntaron a Trump después de sus declaraciones iniciales que explicara con base en qué sostiene que la diversidad afecta al control aéreo, no respondió directamente. “Pues no sabemos, pero sí sabemos que había dos aeronaves a la misma altura, un helicóptero y un avión.
Eso no debió haber sucedido”, señaló. Dijo que le parecía de “sentido común” pensar que la diversificación en contrataciones pudo haber tenido mano en el siniestro, cuando la única autorizada para establecer una causa es la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte.
“No sabemos qué llevó al choque, pero sí tenemos opiniones muy marcadas”, declaró el mandatario. El secretario de Transporte, Sean Duffy, y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, hicieron eco de sus comentarios en la conferencia,
que en teoría había sido convocada para expresar duelo hacia las familias afectadas y dar detalles iniciales de cómo fue el choque. La (Administración Federal de Aviación (FAA, por su sigla en inglés) no solamente emplea a controladores de tráfico aéreo, sino a ingenieros, inspectores,
planeadores comunitarios, personal de recursos humanos y más que no necesariamente tienen injerencia en qué indicaciones se les dan a las aerolíneas civiles cuando van a aterrizar. “Trump debería estar liderando, no mintiendo”, reacciona Buttigieg.
Trump también dedicó parte de sus declaraciones este jueves a acusar al exsecretario de Transporte Pete Buttigieg de “tener políticas terribles” que, según Trump, llevaron a malas instancias de seguridad. No dio detalles sobre qué lo llevó a tener esa opinión.
Buttigieg respondió después mediante la red social X (antes Twitter), diciendo que cuando era secretario “evitamos posibles colisiones, aumentamos el control aéreo y tuvimos un total de cero muertes en choques de aerolíneas comerciales fuera de millones de vuelos que supervisamos”.
“El presidente Trump supervisa a las fuerzas armadas y a la FAA, pero una de sus primeras acciones fue despedir o suspender a personal clave que ayuda a mantener seguro nuestro espacio aéreo”, afirmó Buttigieg.
“Es tiempo de que el presidente demuestre liderazgo real y explique más bien cómo va a prevenir que esto suceda de nuevo”. Los comentarios de Buttigieg parecen responder a que Trump, en algunas de sus primeras acciones en el Gobierno, despidió a funcionarios de la Guardia Costera y a integrantes de un grupo asesor que emitía recomendaciones para seguridad en aviación.
El grupo asesor, creado en 1988 después de un ataque contra un vuelo de PanAm en Lockerbie, Escocia, fue esencialmente desmantelado: sigue existiendo en el papel pero no está previsto que tenga a ningún miembro para hacer revisiones y monitoreo de aerolíneas y aeropuertos. El grupo estaba compuesto hasta mediados de enero por representantes de grupos aeronáuticos,
de sindicatos de aviación, y familiares de víctimas del vuelo de PanAm. El Gobierno de Trump también tiene planes, según reportes, de reducirle los fondos a la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, en inglés) para dirigirlos a las agencias migratorias.