¿Qué expectativas tiene la gente de la nueva administración de Donald Trump? La gente desea que el inició de Donald Trump en la Casa Blanca sea para unir y tenga lo mejor para el país. Esperan que trabaje para los latinos y los beneficios que los migrantes necesitan.
Donald Trump inicia un segundo período al frente de la Casa Blanca con muchas tareas pendientes, dos de las cuales motorizaron su regreso al poder: impulsar el crecimiento económico de un país que es el mayor mercado del mundo, y restar protagonismo a China,
el archirrival económico que ha venido ganando la guerra comercial con una agresiva política de importaciones. En líneas generales, si bien Trump ha abierto muchos frentes de batalla durante su corto período como presidente electo.
Los analistas no prevén que su estrategia se diferencie de manera sustancial de su anterior gobierno, por lo que se prevé que sus políticas prioricen la situación interna antes que el contexto internacional. No obstante, la variación pudiera venir por los renovados bríos que ha adquirido la lucha con China,
habida cuenta de que amenaza la supremacía que EE. UU. ha ejercido en el último siglo, especialmente en América Latina, región que parece haber encontrado en la lejana Pekín la atención que no ha tenido de Washington. Por experiencia propia, Trump sabe que los mandatos de un solo período no suelen dejar huella en la política interna.
Sin embargo, muchos analistas estiman que las circunstancias que debió enfrentar Joe Biden y los cambios mismos en la dinámica mundial sentaron precedente para cambios, en particular, en la regulación que desde el gobierno federal se debe hacer al sector privado, a fin de restringir el poder de las grandes corporaciones.
Ello se ve reflejado en dos acciones concretas: el alejamiento de los demócratas de la liberalización comercial y la imposición de aranceles a China, a lo que necesariamente debe agregarse la puesta en marcha de una política industrial para el desarrollo, en suelo americano,
de sectores claves para la seguridad nacional, como el de semiconductores, o el repensar el futuro de la industria automotriz, que fue pilar del avance americano. Del mismo modo, los expertos creen que, aunque el desarrollo de alternativas de energías limpias ha sido más bien marginal,
al final de su mandato Biden ha puesto freno a las ambiciones desmedidas por aumentar la producción de combustibles fósiles, lo que de alguna manera augura un nuevo panorama para este sector.